lunes, 19 de mayo de 2014

5º 1º Técnica 5 ¿Qué es leer? Estrategias de lectura

¿Qué es leer?

Leer es interactuar con un texto para construir su significado a partir de las experiencias y conocimientos previos que el lector tiene sobre el contenido desarrollado y sobre el mundo en que habita.
La lectura no es una actividad sencilla y requiere de múltiples habilidades o competencias para poder desarrollarla con eficacia. Implica conocer el código lingüístico, la organización de distintos tipos de textos que permitirá llegar a comprender que intención persigue el autor al escribirlo. Por supuesto que no sólo se limita la lectura a la actividad de conocer el código lingüístico sino que va más allá de eso. A partir de su accionar se despliega todo el andamiaje en el lector, es decir salen a la luz todos sus conocimientos y saberes previos que le permiten reconocer la información que rodea al texto y actualizar lo ya conocido. De esa forma podemos afirmar que leer es, además de decodificar, encontrar los sentidos de un texto, explorar el universo creado por el autor y finalmente podremos afirmar que leer es viajar. Pero para llegar a destino en este maravilloso viaje de la literatura lo importante es planificar correctamente el recorrido a seguir, seleccionando buenas estrategias.
                                                                        

¿Qué es una estrategia?

Un procedimiento -llamado también a menudo regla, técnica, método destreza o habilidad-,es un conjunto de acciones ordenadas y finalizadas, es decir, dirigidas a la consecución de una meta.

Danserau define estrategia como el conjunto de procesos que facilitan la adquisición, el almacenamiento y la utilización de la información.


¿Por qué es necesario enseñar estrategias de comprensión?

En síntesis, porque queremos hacer lectores autónomos, capaces de enfrentarse de manera inteligente a textos de muy distinta índole, la mayoría de las veces distintos de los que se usan cuando se instruye. Esos textos pueden ser difíciles, por lo creativos o porque estén mal escritos. En cualquier caso, dado que responden a una gran variedad de objetivos, cabe esperar que su estructura sea también variada, así como lo será su comprensibilidad.
Hacer lectores autónomos significa también hacer lectores capaces de aprender a partir de los textos. Para ello, quien lee debe ser capaz de interrogarse acerca de su propia comprensión, establecer relaciones entre lo que lee y lo que forma parte de su acervo personal, cuestionar su conocimiento y modificarlo, establecer generalizaciones que permitan transferir lo aprendido a otros contextos distintos...
Enseñar estrategias de comprensión contribuye, pues, a dotar a los alumnos de recursos necesarios para aprender a aprender.
Propicia una mejor calidad de vida intelectual.
De no solucionarse esta problemática del adecuado uso de las mismas, seguirá creciendo la pirámide educativa a nivel superior con deserción, mortalidad académica, desmotivación, incremento de población no capacitada para la labor productiva y los riesgos de ocuparse en actividades ilícitas, entre otras.

Las estrategias previas a la lectura comprenden estrategias autorreguladoras como el establecimiento del propósito o la finalidad de leer y la planeación de la actuación en cuanto a  características personales, condiciones del ambiente y características del texto, estrategias específicas como activación del conocimiento previo, elaboración de predicciones, elaboración de preguntas.
Las estrategias durante la lectura se pueden considerar, como autorreguladoras, el monitoreo o la supervisión y como específicas: las inferencias, las estructuras y las estrategias de apoyo (identificación de palabras o términos no conocidos por el lector, uso del diccionario, subrayado, toma de notas, relectura parcial o global).
Las estrategias después de la lectura tenemos la autorreguladora como la evaluación y las específicas como la identificación de las ideas principales y secundarias, la elaboración de resúmenes, cuadros sinópticos o mapas conceptuales, formulación y contestación de preguntas.

Estrategias y preguntas para comprender un texto

1. Comprender los propósitos explícitos e implícitos de la lectura. Equivaldría a responder a las preguntas: ¿Qué tengo que leer? ¿Por qué/para qué tengo que leerlo?
2. Activar y aportar a la lectura los conocimientos previos pertinentes para el contenido de que se trate. ¿Qué sé yo acerca del contenido del texto? ¿Qué sé acerca de contenidos afines que me puedan ser útiles? ¿Qué otras cosas sé que puedan ayudarme: acerca del autor, del género, del tipo de texto...?
3. Dirigir la atención a lo que resulta fundamental en detrimento de lo que puede parecer trivial (en función de los propósitos que uno persigue; punto 1.). ¿Cuál es la información esencial que el texto proporciona y que es necesaria para lograr mi objetivo de lectura? ¿Qué informaciones puedo considerar poco relevantes, por su redundancia, por ser de detalle, por ser poco pertinentes para el propósito que persigo?
4. Evaluar la consistencia interna del contenido que expresa el texto y su compatibilidad con el conocimiento previo, y con lo que dicta el «sentido común». ¿Tiene sentido este texto?
¿Presentan coherencia las ideas que en él se expresan? ¿Discrepa abiertamente de lo que yo pienso, aunque sigue una estructura argumental lógica? ¿Se entiende lo que quiere expresar? ¿Qué dificultades plantea?
5. Comprobar continuamente si la comprensión tiene lugar mediante la revisión y recapitulación periódica y la autointerrogación. ¿Qué se pretendía explicar en este párrafo - apartado, capítulo-? ¿Cuál es la idea fundamental que extraigo de aquí? ¿Puedo reconstruir el hilo de los argumentos expuestos? ¿Puedo reconstruir las ideas contenidas en los Principales apartados? ¿Tengo una comprensión adecuada de los mismos?
6. Elaborar y probar inferencias de diverso tipo, como interpretaciones, hipótesis y predicciones y conclusiones. ¿Cuál podrá ser el final de esta novela? ¿Qué sugeriría yo para solucionar el problema que aquí se plantea? ¿Cuál podría ser -tentativamente- el significado de esta palabra que me resulta desconocida? ¿Qué le puede ocurrir a este personaje? , etc.

¿Qué condiciones hacen posible la comprensión?

Cuando se posee una habilidad razonable para la descodificación, la comprensión de lo que se lee es producto de tres condiciones:
1. De la claridad y coherencia del contenido de los textos, de que su estructura resulte familiar o conocida, y de que su léxico, sintaxis y cohesión interna posean un nivel aceptable. Si atendemos a lo que habíamos acordado en el segundo capítulo respecto del aprendizaje significativo, estaríamos ante la condición de «significatividad lógica» del contenido que hay que aprender.
2. Del grado en que el conocimiento previo del lector sea pertinente para el contenido del texto. En otras palabras, de la posibilidad de que el lector posea los conocimientos necesarios que le van a permitir la atribución de significado a los contenidos del texto. Si nos remitimos a la noción de aprendizaje significativo, esta condición es la que Ausubel y colaboradores(1983)  denominan «significatividad psicológica». Es decir, para que el lector pueda comprender, es necesario que el texto en sí se deje comprender y que el lector posea conocimientos adecuados para elaborar una interpretación acerca de él. Al referirnos al «conocimiento previo adecuado» o pertinente del lector, no estamos aludiendo a que «sepa» el contenido del texto, sino a que entre éste y sus conocimientos exista una distancia óptima que permita el proceso de atribución de significados que caracteriza la comprensión.
Con todo, estas condiciones son necesarias pero no suficientes. La comprensión depende aún de otro factor, descrito por Palincsar y Brown (1984)

3. De las estrategias que el lector utiliza para intensificar la comprensión y el recuerdo de lo que lee, así como para detectar y compensar los posibles errores o fallos de comprensión. Estas estrategias son las responsables de que pueda construirse una interpretación para el texto y de que el lector sea consciente de qué entiende y qué no entiende, para proceder a solucionar el problema con que se encuentra.

Estrategias:
  
1. Saber responder a ¿Qué tengo que leer? ¿Por qué/para qué tengo que leerlo?
2. Activar los conocimientos previos pertinentes en relación al contenido del texto. ¿Qué sé yo, qué me es útil a la hora de afrontar esta lectura? ¿Qué otras cosas pueden ayudarme: acerca del autor, del género, tipo de texto?
3. Búsqueda de la información esencial del texto en relación al propio objetivo de lectura. Discriminación de la información poco relevante en relación al objetivo que preside la lectura.
4. Evaluación de la consistencia del contenido en relación a conocimientos previos y el mismo “sentido común”: ¿Tiene sentido el texto? ¿Son coherentes las ideas que se expresan? ¿Se entiende? ¿Se ajusta o no a lo que yo pienso? ¿Parece argumentar sus ideas?
5. “Monitorizar” la comprensión mediante recapitulaciones periódicas e interrogaciones: ¿Qué idea principal extraigo de este párrafo o fragmento? ¿Puedo reconstruir las ideas básicas de los diferentes apartados? ¿Reconstruir la secuencia lógica o el hilo de los argumentos?
6. Elaborar y probar diferentes tipos de inferencias: ¿Cómo acabará este texto? ¿Cómo creo que se podría solucionar el problema que se plantea? ¿Qué significado puedo deducir para esta palabra desconocida? ¿Qué creo que le va a ocurrir a este personaje?

Objetivos de la lectura

Los objetivos que pueden plantearse los lectores frente a un texto pueden ser muy variados:
§ Leer para obtener una información precisa. Leemos para localizar algún dato que nos interesa: la fecha de nacimiento de un autor, un número de teléfono, etc. Una mezcla de “barrido” a través de la información y minuciosidad cuando se encuentra aquella que interesa. La autora recomienda los periódicos para realizar este tipo de actividad.
§ Leer para seguir instrucciones. Hay que leerlo todo y además comprenderlo. Cuando lo que se quiere hacer es colectivo, la comprensión debe ser compartida. La metacomprensión se facilita porque el alumno o alumna se ve obligado a controlar su propia comprensión.
§ Leer para obtener una información de carácter general. Interesa saber de qué va un texto. Lectura muy libre en la que no estamos presionados por una búsqueda concreta. Es lo que hacemos con las noticias y otros textos periodísticos. Vamos decidiendo si leer sólo el titular y, en función del interés, seguir con la entradilla, seleccionar párrafos, frases, etc. Solé sostiene que este tipo de lectura es muy útil para fomentar la “lectura crítica”, ya que “el lector lee según sus propios intereses y propósitos formándose una impresión del texto y sabe tanto lo que tiene que leer en relación a ellos como lo que puede obviar”. (82)
§ Lectura para aprender. Lectura lenta y repetida en la que el lector se interroga permanentemente sobre lo que lee, establece relaciones, revisa términos nuevos, realiza recapitulaciones, redacta resúmenes o esquemas, toma notas, etc. Es esencial que el alumno conozca con precisión los objetivos que se quiere que consiga.
§ Lectura para revisar un escrito propio. La lectura adopta un papel de control, de autorregulación. El lector va de sí mismo a la imagen que se hace de otro lector que lee lo que el lector que revisa ha escrito. Muchos textos escolares revelan que no se ayudó al escritor a ponerse en el papel de sus lectores. De ahí, dirían Anna Camps y otros, la importancia de sesiones de escritura comunicativamente contextualizadas en las que los lectores puedan ser reales.

Leer por placer. El lector es libre. Repite pasajes o se salta otros. Es fundamental practicar esta opción para motivar hacia la lectura. Se me ocurre que no tiene sentido que programemos libros para los diferentes cursos en función del placer o interés de los alumnos y luego les sometamos a aburridísimas fichas de lectura o “controles” triviales, sin más justificación que asegurarnos que la persona ha leído el libro. Habría que añadir que la literatura no es la única vía para disfrutar con la lectura. Como dice la autora: “…algunas personas disfrutan enormemente cuando encuentran un texto científico que les hace pensar”. (87).
§ Leer para comunicar un texto a un auditorio o para practicar la lectura en voz alta. Si no se prepara para “evaluar” el nivel de lectura, sino para trabajar en competencias ligadas a la oralización del texto, es fundamental dar tiempo a la persona para que se prepare en silencio la lectura.”No se puede esperar que la atención de los alumnos (…) pueda distribuirse por igual entre la construcción del significado y la necesidad de oralizar bien”. (85) Tampoco tiene sentido que los demás tengan delante el texto que se les lee (*** No tengo nada clara esta última afirmación: si la lectura es expresiva y personal, recrea el texto y permite mucho más su interiorización por parte de los demás. Tener el texto delante ayuda a fijar una atención mecánica que es perfectamente compatible con una atención comprensiva mucho más profunda.
§ Leer para dar cuenta de que se ha comprendido. Es para lo que más se utiliza la lectura en las aulas. Forma parte de un protocolo bastante generalizado en países de nuestro entorno. Según algunas investigaciones no está claro que la mayoría de preguntas al uso favorezcan la comprensión de lo leído. Es posible responder estas preguntas si haber comprendido el texto.



jueves, 15 de mayo de 2014

5º 1º Técnica 5 Ray Bradbury: entrevista


5º 1º Quema de libros. Película Fahrenheit 451


Trabajo práctico



1) ¿Qué piensa el capitán de los libros? ¿Piensa por él o le hicieron pensar así?

2) ¿Qué pasa con la gente que lee?

3) ¿Además de la literatura que otro tipo de materia es peligroso para pensar?

4) ¿Qué quiere decir "ser de la masa", frente a ser superior?

5) En el mundo de Montag con qué se vincula ser feliz

5º 1º Técnica 5

Información noche  de los lápices

A pesar de la noche, los lápices siguen escribiendo
Ilustración: Ricardo Ajler

El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nro 3 de la Plata son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como lucha contra "el accionar subversivo en las escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".

LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS Y LA POLITICA ENTRE 1973-1976

El arribo de la democracia en el mes de mayo de 1973, luego de un proceso creciente de enfrentamientos contra la dictadura miliar que gobernaba desde junio de 1966, trajo consigo la irrupción en la vida política y social de los distintos sectores populares que habían experimentado un crecimiento sustancial durante las luchas; entre ellos, los estudiantes secundarios.

En el movimiento estudiantil secundario se vivieron experiencias hasta ese momentos inéditas en lo referente a participación política, en tanto ésta es atendida en un sentido partidario más o menos directo.
El diario La Opinión editó en 1973 un suplemento dedicado al análisis de los fenómenos políticos entre los adolescentes. En dicho suplemento se publicaron los resultados de una encuesta que realizó el periódico entre 252 estudiantes. Se comprobó que el 30,3% de los jóvenes encuestados tenía algún tipo de participación política.
La política había impregnado el conjunto de la vida estudiantil, dentro y fuera de los colegios. Las organizaciones políticas vieron incrementado notoriamente el número de sus militantes y el grado de su influencia. Según el suplemento citado, "las tres fuerzas más importantes son, en este orden, la Unión de Estudiantes Secundarios, (UES), la Federación Juvenil Comunista (FJC) y la Juventud Secundaria Peronista (JSP)"

La encuesta de La Opinión revelaba también que en 1973 los estudiantes secundarios se inclinaban ante figuras emblemáticas de la izquierda, con la salvedad de Perón, quién asumía, para una porción amplia de los estudiantes, contornos casi revolucionarios. Pese a todo, quien encabeza la encuesta era el Che Guevara con el 67%, a continuación venía J. D. Perón con 66% y a mayor distancia, Salvador Allende con 19%; Fidel Castro con 19%; Eva Perón 17 % y Mao-Tsé-Tung con 16%.
En esta encuesta queda por demás claro que para aquélla generación de estudiantes los referentes revolucionarios y socialistas eran los que ocupaban más espacio en la conciencia estudiantil.
En aquellos años se había alcanzado un nivel de conciencia, acción y participación bastante elevados con lo cual el nivel de cuestionamiento al sistema capitalista era de por demás peligroso para la burguesía y los sectores reaccionarios de nuestro país.
EL GOLPE DE 1976

Homenaje a María Clara "Cieguita" Ciocchini Suarez. Trabajo realizado por chicos del Programa Jóvenes y Memoria, de la Comisión Provincial por la Memoria, de las Escuelas de de Ciclo Básico Común, y Agricultura y Ganadería, de la Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca. Noviembre 2013.
En la historia de nuestro país, como en el resto de América latina, los golpes de Estado siempre estuvieron al servicio de la clase dominante y del imperialismo. Pero el golpe de Estado de 1976 se podría caracterizar no tan solo como el más sangriento vivido en la historia de nuestro país, sino también como el más pro-imperialista, ya que el estado político-económico que dejó la dictadura le sirvió al imperialismo para garantizar su hegemonía en la región durante décadas.
LOS OBJETIVOS DEL PROCESO

Uno de los objetivos más tenazmente buscado por la dictadura militar que gobernó entre 1976 y 1983 fue neutralizar a buena parte de la juventud y ganar a una porción para su propio proyecto reaccionario.
Para los que no encajaban en sus esquemas se aplicaban distintos métodos "preventivos", desde el asesinato y la desaparición, hasta la más refinadas formas de marginación social y psicológica, pasando, claro esta, por la clásica y tradicional prisión.
Cuando asumieron en 1976 los militares consideraban que en la Argentina había una generación perdida: la juventud. Esta, por la sofisticada acción de "ideólogos" se había vuelto rebelde y contestataria.
Si bien el gobierno militar toma en cuenta la situación en la que se encontraba la juventud argentina, no fue tan obstinado como para suponer que se debía atacar a toda la juventud por igual. La política hacia los jóvenes parte de considerar que los que habían pasado por la experiencia del Cordobazo y demás luchas previas a 1973, los que habían vivido con algún grado de participación el proceso de los años 73, 74 y 75, los estudiantes universitarios y los jóvenes obreros, eran en su mayoría irrecuperables y en consecuencia había que combatirlos. Para ello utilizaron un pretexto tan obvio como falaz: se trataba de subversivos reales o potenciales que ponían en riesgo al conjunto del cuerpo social. El ser joven pasa a ser un peligro.
Al mismo tiempo, y pensando en el largo plazo, se empieza a desarrollar una estrategia que va más allá de la eliminación del "enemigo". Se empieza a poner la mira sobre el relevo. Ahí están los estudiantes secundarios. Al momento del golpe tienen entre 13 y 18 años más de un millón de jóvenes.

EL TERROR EN LAS AULAS

Uno de los aspectos más dramáticos de la represión vivida en aquellos años fue el secuestro de adolescentes. Llegaron a 250 los desaparecidos que tenían entre 13 y 18 años, claro que no todos estudiaban. Muchos se habían visto obligados a abandonar la escuela para incorporarse al mundo del trabajo.
Pero de los procedimientos utilizados surge claramente que no se trataba de hechos aislados, sino de una investigación pormenorizada en distintas escuelas. En una entrevista concedida a un grupo de padres, un coronel de Campo de Mayo les expresó que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado "en colegios subversivos para cambiarles las ideas".
El 16 de septiembre de 1976, 10 estudiantes secundarios de la Escuela Normal Nº 3 de la Plata, son secuestrados tras participar en una campaña por el boleto estudiantil. Todos tenían entre 14 y 17 años. El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejercito y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que califico al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Este hecho es recordado como "La noche de los lápices".
Solo tres de ellos aparecieron un tiempo después. Pablo Díaz, uno de los liberados, declaró en el juicio a las ex juntas: "Yo pertenecía a la Coordinadora de Estudiantes Secundarios de la Plata y con los chicos del colegio fuimos a presentar una nota al Ministerio de Obras Públicas".
Levantaron chicos en algunos colegios que tenían "marcados" y enemigo era todo aquel estudiante que se preocupara por los problemas sociales, por fomentar entre los estudiantes la participación y la defensa de los derechos de los mismos.
HOY LOS LAPICES SIGUEN ESCRIBIENDO.

Hoy los estudiantes secundarios están de a poco recuperando aquella tradición de lucha y defensa por los derechos a una educación al servicio del pueblo y con mayor presupuesto.

Hoy los secundarios, sector dinámico de nuestra sociedad, tienen un doble desafío, que es la de reconstruir la memoria de lucha de nuestro pueblo y la de reorganizarse para enfrentar eL calamitoso estado de nuestra educación, ya que ellos son los más perjudicados.

Bibliografia consultada: Estudiantes secundarios: Sociedad y política, Berguier, Hechker y Schifrin.

Comunicadores Solidarios - Agencia Latina de Información Alternativa, 16/09/2005



sábado, 10 de mayo de 2014

martes, 6 de mayo de 2014

Cuento realista

Esta fue una de las producciones que hicieron hoy, que arregle un poco, pero la historia está muy buena. Me gustó mucho. Mauro, te felicito.


Libro Fahrenheit 451 en pdf

Hola. Les dejo el link para que descarguen el libro.
Saludos

http://www.librosdearena.es/Biblioteca_pdf/farenheit%20451.pdf


Una tapa muy creativa del libro con un fósforo.

miércoles, 30 de abril de 2014

5º 1º . Técnica. La conquista

La conquista
En Europa la decadencia del feudalismo consolida el poder de la burquesía. Los burgueses originariamente se dedicaban al comercio y las artesanías  y a ellos se debió la consolidación del sistema de producción capitalista, que tenía como base la circulación monetaria y el trabajo asalariado.
Al desaparecer el peligro de las invasiones , por la cual las poblaciones había elegido encerrarse sobre murallas, los reyes recuperan el poder y la necesidad de construir estados nacionales. En la burguesía encontrarán una perfecta aliada que luego incorporarán a las cortes. Esta finaciará los lujos y gastos de las clases pudientes y ganará con los intereses de los préstamos.
Una nueva mentalidad “burguesa” acontece con un fuerte apego a los bienes materiales y la aleja de las creencias medievales, que para disfrutar del paraíso había que sufrir en la vida terrenal.
La percepción del hombre como centro del mundo dará origen a un verdadero movimiento cultural, el Humanismo, y será la base de la etapa reconocida como Renacimiento, uno de los períodos más brillantes de la historia europea. La clase pudiente quiere gozar de sus riquezas porque la vida es una y corta desea el lujo los productos que vienen del Oriente
En 1492 la mayoria de la gente vivía en la misera y no tenía muchas oportunidades de disfrutar de las obras de arte. La condiciones de higiene eran pésimas y las pestes diezmaban la población. La gente comía lo que podía y por eso cada enfermedad leve se convertía en mortal
Eran necesarias, entonces, las especias para conservar las carnes, dar sabor a la comida y mejorarlas. Estas llegaban desde Oriente.

Las cruzadas un puente con Oriente

En el siglo XIII las Cruzadas habían intensificado las relaciones entre Europa y el Lejano Oriente. A fines de ese siglo cada vez eran más los mercaderes europeos que se aventuraban en Asia,  y llegaban a Persia, la India y China.
La expansión comercial hacia el este coincidión con la expansión militar de los mongoles hacia China, donde instauraron un dinastía mongol. Los artesanos chinos producían elementos de gran calidad y muy apreciado por los adinerados europeos. La seda era el pincipal producto que circulaba desde China hacia Occidente, pero también existían otros, como los perfumes, el té y las especias. Por este motivo, los comerciantes se aventuraban por varias rutas, la aunque la principal esa la llamda Ruta de la Seda con 4000 km. Esos viajes eran muy peligrosos y costosos para la época. Por causa de las grandes distancias tardaban más de tres años en retornar; además no contaban con medios de transporte apropiados para acarrear muchas mercancías y los mercaderes podían sea asaltados en el camino.

Los viajes, sus productos y sus peligros

Entre los comerciantes que viajaban a Oriente estaban los Polo, miembros de una  rica familia de Venecia.
 En 1271 Niccolo Polo llevó a su hijo de quince años, Marco, en su viaje. Tras cuatro años llegaron a a la corte del emperador Khan, que dominaba la actual China, y ganaron su confianza. En 1307, Marco Polo registró sus experiencias durante más de quince años diplomáticos, en un libro titulado el Libro de las Maravillas. Debido a las fantásticas aventuras que relató, esta obra tuvo amplia circulación en Europa. El entusiasmo por conocer territorios diferentes y las ansias por obtener productos exóticos estimularon a numerosos viajeros a dirigirse a estas tierras.

Las causas de la expansión

·        Las causas para que se diera el precoceso de expansión eran políticas, sociales, y económicas. Hubo también causas religiosas.  Los reinos cristianos de la península Ibérica entablaron luchas cruentas y prolongadas contra musulmanes, quienes había invadido la mayor parte de la península a comienzos del siglo VII. Desde ese momento, los reinos cristianos habían luchado por expulsarlos. También Portugal había entablado la reconquista de su territorio que finaliza a fines del siglo XIII. Estas guerras les brindaron a España y Portugal un sentido de misión que los acompañaría en las tierras.
·        Hubo en Europa un aumento de la población y expansión de la vida urbana, las ciudades se convierten en centros manufactureros.
·        Los textiles lujosos y especias se obtenían de Asia y eso requería mucho dinero, asi que se necesitaba otra fuente de ingreso de metales preciosos para acuñar monedas. Además de los aumentos en los gastos administrativos de gobiernos y por las guerras.
·        Cuando se le cierran las rutas marítimas y terrestres que unían Asia con Europa por la expansión de los turcos, los mercaderes se obligaron a negociar con ellos o buscar caminos alternativos. Hay que recordar que por allí se llegaba a Asia, India y China.
·        El avance tecnológico también posibilitó que viajara lejos.

Colón un aventurero
En Génova, el joven comerciante Cristóbal Colón , obsesionado por incrementar su fortuna, se deleitaba con los libros de Marco Polo y mirando mapas con que trabajaba.
Cólon se había formado una idea muy sensual sobre la forma de la tierra. Más que redonda , él la asimilaba a un seno de mujer: “El mundo no es redondo, sino qe tiene forma de teta de mujer y la parte del pezón es la más alta, cerca del cielo, y por debajo de él fuese la línea equinccional y el fin del Oriente adonde acaban toda tierra e isla del mundo”
Colón presentó su proyecto al rey Juan II de Portugal y lo rechazó por considerarlo pretencioso. Entonces, se fue con los reyes de España . En 1486 se hospedó en el convento La Rábida, cerca del puerto de Palos. Allí conoce a Fray Juan Pérez que luego le gestiona una entrevista con los reyes.
Mientras esperaba la entrevista conoce a Beatríz Enriques de Arana, con la que en 1488 tendrá un hijo llamado Hernando Colón.
El 17 de enero de 1492 le firman a Colón un contrato comercial llamado Capitulación de Santa Fe. En el documento los reyes se comprometían a financiar la expedición y otorgaba a Colón los siguientes derechos:
Se le reconocía el título vitalicio y hereditario de almirante de las islas
Sería designado virrey y gobernador de los territorios que descubriese
Recibiría el 10 por ciento de todo el tráfico mercantil
Los reyes encargaron la redacción del documento al hábil Juan de Coloma, que introdujo una cláusula de reserva que dejaba a salvo los derechos reales y daría a lugar a interminables pleitos entre Colón y sus descendientes y la corona.
La reina aporta las carabelas y no sus joyas, que provienen de Palos, además Colón pbusca otros capitales que provienen de los hermanos Pinzón y el comerciante Luis Santángel.
La preparaciones del viaje comienzan el 2 de agosto de 1492 y recién el 6 de septimbre parten hacia las tierras del Gran Khan (la china).
El 12 o 13 de octubre, Colón llega al islote de Guanahaní (actuales Bahamas), al que llamó San Salvador. Don Cristóbal confiaba en haber llegado al Asia, aunque se asombraba de no toparse con los clásicos mercaderes chinos,  sino con gente “muy bella y pacífica” que tomaba las espadas por el filo por desconocer las armas de guerra.
Ni Colón, ni los reyes sabían que habían descubierto un nuevo continente pero igual consideraban oportuno apropiarse de él.
Ya en el primero de los cuatro viajes Colón comenzó con la explotación de los nativos. Los arahuacos, habitantes originarios de las islas a las que llegó el genovés, desconocían el trabajo, las armas de fuego las jerarquías del poder. No necesitaban trabajar para obtener lo necesario para la vida.
El almirante siguió recorriendo las nuevas tierras y llegó a la gran isla de Cuba, a la que llamó Juana, y a la de Haití, la llamó La Española. Allí con el resto de la Santa María que había naufragado, construyó el 25 de diciembre el fuerte de Natividad, en el que dejó a un grupo de 30 hombres.
Si bien las características de los hombres que encontró no se parecían en nada a los de los relatos por él leídos emprendió el regreso pensando que había llegado al Japón.
El interés de Colón estaba en el oro por lo que comenzó a castigar y explotar a los habitantes de estas tierras para conseguirlo.
Aquellos que huyeron a las montañas fueron cazados con perros,  y de los que escaparon  se ocuparon el hambre y la enfermedad, mientras miles de criaturas en su desesperación tomaron veneno de mandioca para acabar con su miseria.
Obsesionados con el oro los españoles indujeron al trabajo forzado a  miles de nativos y destruyeron su organización social.
Los reyes recibieron a Colón en Barcelona y le entregaron una renta de 10.000 maravedíes y un premio por 335.000.

Los nuevos territorios serían llamados “Indias” Occidentales y se le solicitaría al papa Alejandro VI la confirmación sobre la propiedad de estas Indias.

Los repartos de la tierras

Los viajes de Colón generaron conflictos y rivalidades entre España y Portugal. Los portugueses iniciaron una serie de reclamos por los dominios de las nuevas tierras. Para limar las asperezas producidas entre los dos reinos, el papa Alejandro VI intervino en el arbitraje para dividir las áreas de expansión. En 1493 un Bula papal estableció que eran posesión de los españoles todas las tierras que se hallaban al occidente de una línea imaginaria que se trazaría, de norte a sur,  a 100 leguas al oeste de las islas Azores y de Cabo Verde.

Portugal manifestó una férrea oposición a esta decisión papal,  ya que se consideraba que limitaba las posibilidades de expansión portuguesa. Por tal motivo, en 1494 Portugal y España firmaron el Tratado de Tordesillas, que trazaba una línea imaginaria de norte a sur  a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde. Portugal podría explorar y ocupar las tierras al este de esta línea, al oeste de la traza, le corresponderían a España.



El nuevo continente

Ante todo lo encontrado que no correspondía con lo que se buscaba se comenzó a sospechar que se estaba en presencia de un nuevo continente.
Américo Vespucio era un comerciante italiano de una rica familia florentina, que había estudiado Geografía y Astronomía. En sucesivos viajes a las tierras exploradas por Colón, pudo confirmar que éste no había llegado a las costas asiáticas, sino a un nuevo continente que los europeos hasta ahora desconocían y que se interponía entre Europa y Asia.
En 1507, el cartógrafo alemán Martín Waldseemuller, al confeccionar un planisferio, decidió utilizar el nombre de América para designar a estas tierras, en honor a Vespucio.

En 1513, siguieron mandando expediciones que cruzaran el continente recién descubierto.

lunes, 14 de abril de 2014

5º 1º Técnica 5: "Vuelos" de la Bersuit

Hola, chicos. Miren este video y comenten acerca de qué se trata con la palabra "vuelos". Busquen información en internet.
Saludos


martes, 8 de abril de 2014

Pagina Oops

Hola. Se encuentra activada la pagina de Oops: www.oops1420.blogspot.com.ar Aquí puede subir la historia de miedo. 
Gracias
Saludos

Historia de miedo

Hola, chicos. En comentarios pueden subir las historias de miedo que les hayan sucedido o contado personas cercanas.
Gracias.

lunes, 7 de abril de 2014

3º B Ildefonso - Detectives


3º B - Ildefonso de las Muñecas - El policial clásico

Hermanos y detectives. La ficción argentina. 

5º 1º Técnica: Trabajo práctico nº2

Mirada de Dragón

Aunque los dragones saben mucho, siempre tienen una mirada llena de asombro. Se asombran de las cosas que no conocen y de las cosas que conocen. A todo lo que conocen lo miran con ojos nuevos cada día y, si la mirada es nueva, las cosas son diferentes. Entonces se sorprenden de que haya tantas cosas nuevas en el mundo y les parece hermoso conocerlas.
—¡Qué hermosa flor! —dice un dragón negro.
—¡Muy hermosa! —contesta otro—. Es parecida a la que estaba ayer en este lugar.
—Sí, pero la que vimos ayer era cuando el sol estaba alto; ésta, con un sol de atardecer, me parece más hermosa.
—¡Qué hermosa flor! —dice el mismo dragón al amanecer del día siguiente.
—Sí —contesta el otro—. Muy parecida a otra que ya vimos. Pero con los rayos del sol del amanecer ésta es más linda.
Y vuelan hasta las montañas más altas, ésas donde las nieves están desde el primer día del mundo, contentos por haber descubierto una flor nueva. Entonces un dragón le dice al otro:
—¡Qué hermosa montaña! ¡Tiene toda la nieve del universo!
Y los dos sobrevuelan en grandes círculos el pico de esa montaña que acaban de descubrir y que ya sobrevolaron mil veces.

1)      Hacer 10 preguntas sobre el texto que ayuden a su comprensión sin responderlas

2)      Elaborar una síntesis del argumento

5º 1º Técnica. Mafalda


Hacer la diferencia

No por ser un niño se tienen límites, no por ser niño no se piensa. Ahora y mañana ellos hacen y harán la diferencia.



Por favor me dicen que opinan del discurso de esta niña.

5º 1º - Técnica 5: Literatura

LITERATURA: CONCEPTO

Para muchos investigadores, existen dos aspectos que definen la literatura y la diferencian de los restantes discursos sociales: su carácter ficcional y su finalidad estética. El término ficción (=acción y efecto de fingir) significa originariamente "inventar" y "representar". También significa dar forma, concebir, educar y adiestrar. Por ello, la literatura puede abarcar todos estos conceptos y más. En términos generales se dice mucho acerca de ella y una gran cantidad de estudiosos han querido aproximarse a una definición:
a) La literatura es el arte hecho con palabras.
b) La literatura son los pensamientos y sentimientos del autor expresados en palabras.
c) La literatura transmite mensajes, nos enseña a cuestionarnos la vida.
d) La literatura transmite valores.
e) La literatura son las historias imaginadas, inventadas por un autor.
f) La literatura es una construcción de palabras o discursos bellos.
Éstas y otras tantas creencias y definiciones se encuentran en diversos manuales, enciclopedias y libros que intentan acercarse a una mediana explicación sobre lo que significa LITERATURA. Se trata de representaciones sociales que permiten establecer qué es la literatura, en tanto que particular práctica social, para una comunidad determinada. Desde este enfoque, LOS TEXTOS SON LITERARIOS CUANDO UNA SOCIEDAD, UNA CULTURA ASÍ LO DISPONE.

¿POR QUÉ ESTUDIAR LITERATURA?

La lectura de obras literarias permite la creación de espacios de reflexión permanente e invita al debate y a la exposición de ideas que giran en torno a temáticas variadas. Esto favorece la adquisición de habilidades interpretativas y estimula el pensamiento crítico y divergente.
La ficción le aporta al lector una manera articulada de reconstruir la realidad, es una forma distinta de acercarse a esa “realidad” y de comprenderla desde otra perspectiva, más amplia, más profunda y más  rica.
La literatura sugiere mundos posibles y apela a la fantasía del lector. Es decir, el juego de hacer como si fuera verdad lo escrito. Y en esta tarea vincula ficción y realidad.

EL MUNDO DE LA FICCIÓN

Se caracterizan como ficciones todos aquellos discursos en los que se construyen acciones o acontecimientos imaginarios, que son producto de la invención o recreación imaginativa de un sujeto singular o colectivo. Con el nombre de no ficción, en cambio, se designa al discurso en que se reconstruyen situaciones reales, efectivamente ocurridas. La DIFERENCIA ENTRE LA FICCIÓN Y LA NO FICCIÓN (por ejemplo, el género discursivo histórico) en ocasiones se advierte sin dificultad. En un caso, encontramos hechos, personajes, lugares y tiempos imaginarios. En el otro, reales. Se trata de mundos claramente distinguibles. Sin embargo, hay casos en que esa distinción es menos evidente. La ficción y la no ficción se aproximan o se confunden. 
El discurso literario no representa el mundo REAL. Lo que representa es un mundo POSIBLE, IMAGINARIO (inventado). Por eso se separa de los otros discursos sociales (el histórico, el científico) que pretenden dar cuenta del mundo real.
La literatura, entonces, es una especie de simulación del que todos, autores y lectores, tenemos conciencia. Mediante ella se simula decir y leer algo verdadero sobre algo que no existe, salvo en la literatura. La ficción, por lo tanto, no es lo contrario de lo real, sino que representa la imagen que de lo real puede construirse.
Por otro lado, cuando hablamos de literatura debemos referirnos a su finalidad estética. Ésta se manifiesta en el modo en el que se aprovechan todas las posibilidades de la lengua: semánticas, sonoras, sintácticas, morfológicas, gráficas, etc. Por ejemplo, las reiteraciones de sonidos y de construcciones, las metáforas, la disposición de las palabras en la página. Por medio de la finalidad estética, la literatura se repliega y se centra en su propio mensaje.

RELACIÓN LITERATURA Y REALIDAD:

La relación entre la literatura y la realidad es indirecta, pues establece una vinculación con distintos discursos sociales vigentes en la época: discursos históricos, políticos, religiosos, morales, jurídicos, periodísticos. Podemos señalar además que el discurso literario, al representar una realidad imaginaria o recreada, se conecta con otros discursos y al hacerlo, manifiesta su acuerdo, su desacuerdo o su propósito de transformarlos. Por eso, para leer (comprender y disfrutar) la literatura, se necesita también leer o conocer los otros discursos sociales que la rodean.
¿POR QUÉ LITERATURA?
“Traté al arte como una suprema realidad
y a la vida como una rama de la ficción”.
Oscar Wilde
En realidad deberíamos preguntarnos: ¿para qué leer?, o ¿para qué sirve leer literatura hoy? Algunos sostienen que la literatura es una metáfora de la vida y es quien mejor explica la existencia del hombre y de sus conflictos. Es quien intenta definir todo aquello que la ciencia moderna y la historia aún no han podido.
La lectura de obras literarias crea un espacio íntimo, personal, de juego recíproco entre el autor y el lector en la construcción de un aprendizaje único y a su vez múltiple, dado que la literatura, por un lado, permite una conexión de nuestras conciencias con ese "yo" secreto, inconsciente y desconocido que todos poseemos, y, por otro lado, abre infinitas puertas a la interpretación, a la recreación y a la búsqueda permanente ante los diversos interrogantes que ofreció, ofrece y ofrecerá siempre la vida.
Como dice el escritor italiano Italo Calvino: "La lectura abre espacios de interrogación, de meditación y de examen crítico, en definitiva: de libertad; la lectura es una correspondencia con nosotros mismos y no sólo con el libro, sino con nuestro mundo interior a través del mundo que el libro nos abre".  A partir de este pensamiento, uno de los principales objetivos del presente cuadernillo es crear un espacio abierto a la reflexión, en el que sea posible el disenso, la contradicción, la pluralidad de lecturas y la pluralidad de voces en los textos propuestos. Allí se plantearán los problemas de los autores, de los sentidos, de las representaciones, de las interpretaciones y de las relaciones.
Por otra parte, como dice Marta Pasut en su obra Viviendo la Literatura, LA FUNCIÓN DE LA CLASE DE LITERATURA DEBE CONSISTIR EN RECUPERAR AL LECTOR PERDIDO. Quizás sea éste otro de los objetivos más importantes: la idea fuerza que moviliza un claro propósito de renovar la forma organizativa de un programa de Literatura, que se torne distinto, vital e interesante, capaz de invitar al alumno a que se involucre en la obra, la transforme, la protagonice, la revalorice y se convierta él también en parte de la misma a la hora de su recreación, de su análisis y de su crítica.
Es así como esta propuesta busca la participación activa del alumno, pretende convertirlo en un lector capaz de preguntarle a la obra, de discutirla, de debatirla y que, a partir de esta instancia, intente formar su propio juicio frente a ella.
Ingresar al mundo de la literatura y a los mundos que ésta, a su vez, recrea, sugiere una manera diferente de ver "este mundo", es como ver a través de un calidoscopio: una nueva mirada y una forma distinta de aproximación al misterio de la vida, a la incógnita que constituye todo ser humano y al destino que éste debe cumplir inexorablemente. En este marco, creemos que la literatura es un denominador común de la experiencia humana, tal vez porque en ella aprendemos aquello que compartimos como seres, como personas, aquello que es inherente a nuestra especie, más allá de las diferencias, las geografías, las circunstancias y los tiempos históricos. En la producción literaria se refleja la riqueza del patrimonio humano, el sistema de valores y creencias, los paradigmas culturales, el lenguaje, el paso del tiempo y las infinitas combinaciones que es capaz de lograr el genio creativo y manifestarse en una gran variedad de obras y de géneros.
Leer literatura implica abrir los ojos sobre aspectos desconocidos y ocultos de la condición humana, sumergirnos en sus misteriosos laberintos nos permite explorar, investigar y acercarnos tímidamente a una idea vaga sobre quiénes somos y qué caminos seguimos en este mundo. Leer es indagar, buscar respuestas para luego hacernos nuevas preguntas y evitar así el conformismo, la rutina y la superficialidad.
Quien se asoma a una novela, a un poema, a un cuento o al texto de una pieza teatral, descubre las huellas de otros seres, de otras vivencias y, a partir de ellas, nutre y enriquece su propia vida, porque es capaz de identificarse, de espejarse en otras experiencias, sentir en su propia piel las aventuras y las desventuras de personajes y de criaturas; el latir de pasiones y de sentimientos ajenos vividos como propios. Por último, quisiéramos añadir y compartir con ustedes un pensamiento del destacado escritor latinoamericano Mario Vargas Llosa, quien señala: "La vida soñada de la novela es más bella, diversa, comprensible y perfecta que la real. Esta es, acaso, la mejor contribución de la literatura al progreso: recordarnos que el mundo está mal hecho y que podría estar mejor, más cerca de lo que nuestra imaginación es capaz de inventar". En esta reflexión se advierte un claro interés por darle a la literatura un importante papel en la construcción de sociedades más justas, más libres y más democráticas. La ficción revela una necesidad vital de acortar las distancias entre el mundo real y el mundo imaginado; la búsqueda incesante de darle a nuestra existencia la misma forma que tiene nuestra vida imaginaria.

La literatura es, desde esta perspectiva, una fuente inagotable de recursos que actúa como el mejor de los antídotos contra los prejuicios, el racismo, los sectarismos políticos, las diferencias religiosas y, en definitiva, contra todo tipo de exclusión social.